sábado, 30 de enero de 2010

La importancia como herramienta de dominio

Con el fracaso de la sociedad ideal, de los diferentes sistemas aplicados durante el último siglo - incluso antes - la única forma de perpetuar el poder es limitando libertades en pos de los mismos ideales que el poder no puede cumplir. El eterno retorno, lo estanco, estático. La rueda engañosa de una "elite" (o plebe?) dominante, que hace uso de su propia impotencia, negligencia, soberbia, codicia y retórica para continuar en el privilegio de su posición - ¡de su importancia!.

La importancia como valoración moral.

La importancia que se le da a tal o cual cosa es una valoración moral. Es NO SER con el universo. El universo estratifica, pero estratificar no es dar importancia (o restar). Estratificar es ordenar- no dar importancia!!! - Todos los niveles son importantes ya que no hay nivel superior sin inferior.
Son interdependientes. Son la mismísima dualidad, el "esto" y "aquello", o mejor dicho el "esto" y el "esto"!!!. Sin embargo nos oprimimos en la valoración de la importancia. Importancia a lo material. Importancia a lo espiritual. Importancia a la familia. Importancia al amor. Importancia a ¡nosotros mismos!. Cualquier diferencia en importancia pierde toda valoración al tomar la mínima distancia, al dejar de lado nuestra moral histórico-cultural. La importancia es una arbitrariedad, no así la estratificación.

sábado, 23 de enero de 2010

El sentir



Vos sentís, las plantas “sensan”

Nico

El sensar involucra el sentir - ¡son sinónimos! -El sentir no existe si no se puede sensar. Incluso la ausencia de sentimientos es sensar el vacío. Sensar la nada es sensar la unidad - El TODO mismo - No hay diferencias entre sensar y sentir. Ambos son el respiro de la vida, que nosotros como raza, y convencidos por nuestra interpretación no dudamos, siquiera, en estratificar. ¡El nivel es diferente pero no la importancia! La "importancia" es otra interpretación. Es simplemente una percepción distinta, una forma diferente que tiene cualquier organismo de diferenciarse de "lo otro", de limitarse para separarle de "los demás", donde la probabilidad, la cuántica del asunto, cumple el rol de árbitro entre el autoconvencimiento que conlleva la satisfacción, la negligencia, la ignorancia, el justificativo primordial de la depredación - la superioridad o ¡La supervivencia!-, y la incertidumbre permanente de no estar, justamente, “sensando" el TODO. Sensar y sentir son la misma cosa: interpretar el estímulo vital, la conciencia.

viernes, 22 de enero de 2010

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La muerte es el ideal comunista por excelencia, universalmente vivo y realizado.

miércoles, 20 de enero de 2010

El miedo moral


"A nuestro instinto más fuerte, al tirano que hay dentro de nosotros, sométese no sólo nuestra razón, sino también nuestra conciencia"
Más allá del bien y del mal - 158.

Es nuestro miedo a lo que consideramos malo el poder por el cual se activa nuestra moralidad. Es el instinto básico de supervivencia, adoptado durante años de inculcación externa e interna de una valoración física y moral del placer - ¿o completo rechazo al dolor y sufrimiento?
Un premio a la "bondad" de ciertas elecciones, hasta cierto punto premeditadas, es solo necesario para no liquidar ese instinto primordial de rechazo a la falta de sensación que sería el acabar de los sentidos – ¿¡la muerte misma!?
Si hay algo que abravece a ciertas culturas, son los ritos de dolor. Donde el sufrimiento físico no es correspondido con el sufrimiento moral. Sino más bien con goce moral. Son un nivel diferente en la tolerancia de cierta convención grupal la que determina por herencia cultural las concepciones morales de los individuos que forman, aceptan y firman tácitamente, al menos como posibilidad luego de su nacimiento, el corresponder con culpa u orgullo el cumplimiento o no de tal educación. Más allá de la reacción del individuo al juicio colectivo post-facto, es el instante de conciencia, el instante mismo del SER, justo antes del hecho. Y, sobre todo la conciencia sobre su moral - ¿Es el miedo lo que nos mantiene vivos o lo que nos mata, detiene, ahoga como especie?
Como individuos nos mantiene "vivos". Es la selección natural interna. La perpetuación de la unidad. El 1. No comprendemos – ¡no poseemos! – el fluir de la materia y la energía. ¡Pues porque no se comprende ni posee lo que se ES! Fluir. Es el 1 mismo.